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La ciencia lo respalda: prueba 5 hacks de respiración post-entreno
En momentos de mucho estrés o tras un entrenamiento intenso, hay una forma infalible de volver a la calma: la downregulation (bajar revoluciones).
¿Qué es la downregulation? Es calmar el sistema nervioso simpático, que te inunda de energía, y activar el parasimpático, sacando al cuerpo del modo “lucha o huida” y llevándolo a “descanso y digestión”.
La mejor vía para bajar revoluciones es la respiración. Aquí tienes 5 ejercicios rápidos y eficaces para activar esta poderosa respuesta natural.
Beneficios de la respiración para bajar revoluciones
La respiración de downregulation hace mucho más que calmar cuerpo y mente. Ayuda a:
- disminuir la frecuencia respiratoria y cardíaca,
- mejorar el aporte de oxígeno y nutrientes a los músculos durante y después del entrenamiento,
- aumentar la circulación sanguínea, reduciendo fatiga y agujetas para potenciar la recuperación,
- favorecer la liberación de neurotransmisores calmantes y reducir hormonas del estrés como el cortisol.
Diferentes técnicas pueden activar estos beneficios e incluso ayudarte a conciliar el sueño y lograr un descanso profundo. Guarda estos ejercicios para después de entrenar, en picos de estrés o ansiedad y antes de dormir.

1. Respiración con labios fruncidos
Usa esta técnica cuando te falte el aire o para recuperar el control respiratorio tras un entreno duro.

2. Suspiro cíclico
Cuando notes subir el estrés o la ansiedad, este reseteo rápido y eficaz (inspiración profunda + pequeño sorbo de aire extra y exhalación con suspiro) también eleva el ánimo.

3. Respiración diafragmática
Activa la recuperación con esta respiración de “barriga”. Aumenta el flujo de oxígeno a los músculos para volver antes a punto.

4. Box breathing básica
¿Necesitas foco y calma exprés en situaciones de alta presión? Es la técnica que Chris Hemsworth usó para controlar la respuesta al estrés… a 270 metros de altura sobre una grúa.

5. Zumba para calmar
Combina inhalaciones profundas con un zumbido al exhalar. Las vibraciones estimulan el nervio vago, el centro de control de la calma del cuerpo.
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